Durante las pasadas navidades he podido observar el afán de recaudación que existía por parte de la Guardia Urbana de Barcelona a la hora de castigar a los conductores, en cuanto se descuidaban un poco, les venía la multa encima.
Con la nueva ley de trafico en vigor, las multas son desproporcionadas ya que por estar en doble fila la sanción es de doscientos euros (antes eran noventa), si se paga dentro del plazo estipulado se reduce a la mitad (cien euros) pero si se recurre y no te aceptan tus argumentos se ha de pagar completa y con recargo de demora, con lo cual prácticamente se ahorran casi todos los posibles recursos.
Con las nuevas tecnologías aplicadas por los agentes, es decir, el vehículo que pasa grabando, se deben de haber hecho de oro, aún a costa de haber perdido, para mí, la profesionalidad, amabilidad y simpatía con que contaban porque el vehículo grabador no analiza si el conductor está dentro o no está en su coche, simplemente te graba tu matricula y posteriormente te llega la multa a casa; cuando desde siempre si el conductor estaba, (estorbando con su coche mientras esperaba a alguien), llegaba el agente, amablemente te saludaba, y te indicaba que allí no podías permanecer porque de lo contrario te denunciaría… pero esas maneras se han perdido definitivamente porque ya ni las deben enseñar en la Academia a los que empiezan sino que la mayoría tienen una actitud chulesca y prepotente impresionante, sin tenernos ningún respeto a los conductores y sin pensar de que cobran su sueldo gracias también a los impuestos que pagamos nosotros.
El único consuelo que me queda, es pensar que era una consigna del Tripartito, (gobierno saliente), y que el President Mas mediará para tratar de rebajar un poco esa actitud, pero hasta que no cambie el Alcalde y el Partido que gobierne el Ayuntamiento estaremos igual yo espero que eso se produzca en la próximas Elecciones Municipales que ya están muy próximas.
Barcelona, 16 de enero de 2011
